Es un desafío tremendo como artista el retrato por encargo.
Cuando Sonia, me encargó el retrato de su padre, difunto, y me trajo un montón de fotografías inconexas, ninguna realmente buena, temblé. Tras muchas vueltas elegí una, en la que se adivinaba un hombre bondadoso y trabajador. Pero sin apenas detalles, por su calidad. No poder hacer un estudio del natural del retratado para ver lo que le anima y partir de un puzzle de imágenes de diferntes momentos, para recrear lo que a uno anima es muy loco, la verdad.
Estoy contenta con el resultado. Y Sonia también, no se puede pedir más.
En las clases con los alumnos de La casa de la Juana nos hemos sumergido en el retrato. Y aquí os comparto mi autorretrato, en un estilo más suelto, casi expresionista. Si queréis un retrato ya sabéis, acepto encargos.